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lunes, 20 de enero de 2014

LA PAREJA DE LA GUARDIA CIVIL (MELILLA-1915)



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el Diario "Melilla Hoy" del día 12 de octubre de 1990, pág. 9. 
El original publica una fotografía en blanco y negro.

Tal vez en España no exista nada tan tradicional y representativo como una Pareja de la Guardia Civil. No hay un solo camino, paraje, monte o vaguada que no hayan sido recorridos por tan beneméritos hombres. Tranquilamente podría firmarse aquello de "Nunca tantos debieron a tan pocos".

El antiguo artículo sexto de la Cartilla del Guardia Civil aprobada por la Reina Isabel II en Real Orden de 20 de Diciembre de 1845 decía: 

"El Guardia Civil no debe ser temido sino de los malhechores, ni temible, sino de los enemigos del orden. Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último siempre debe de velar por la propiedad y seguridad de todos".

Hoy, 12 de Octubre se celebra en Melilla, al igual que en todos los lugares de España en donde exista un Puesto de la Guardia Civil, la festividad de su Excelsa Patrona: la Virgen del Pilar. Sin embargo durante todo ese día y esa noche con igual tesón que el resto del año, centenares de Parejas Beneméritas velarán en todo el territorio nacional por la Paz y tranquilidad de la Sociedad a la que sirven.

Como homenaje a estas Parejas de la Guardia Civil, quiero recordar con estas líneas en su 75 aniversario la heroica actuación de una Pareja de la Benemérita melillense.

En la madrugada del 12 al 13 de Octubre de 1915, los Guardias TRINITARIO NAVARRO CASTELLÓN Y FRANCISCO DE LA CRUZ EXPÓSITO, prestaban servicio de vigilancia por la población de Nador. Iban recorriendo sus calles en evitación de posibles robos a las propiedades y separados entre sí tal y como prevenía el antiguo reglamento entre diez o doce pasos, cuando al llegar a la plaza del Pilar, recibieron por sorpresa una descarga de fusilaría. Los atacantes se trataban de un grupo de rifeños que se encontraban al amparo de la oscuridad de la noche, escondidos detrás de una gran cantidad de bidones que habían en ese lugar.

El Guardia DE LA CRUZ cae al suelo gravemente herido perdiendo el conocimiento. Su compañero, el Guardia NAVARRO, cae también herido con un impacto en su mano derecha que le impide cargar y disparar su arma con soltura.

Al verles en ese estado, los cabileños se arrojaron sobre ellos para rematarlos con sus gumias. Sin embargo el Guardia NAVARRO, haciendo un esfuerzo sobrehumano se reincorpora y usando su mosquetón como maza derribó al suelo a dos de los atacantes, logrando disparar su arma y matar a otro de ellos. El resto ante tan bizarra reacción huyeron en desbandada.

Por este hecho, y a propuesta de la Comandancia General de Melilla, se le dio como recompensa al Guardia NAVARRO el ascenso a Cabo y al Guardia DE LA CRUZ le fue concedida la Cruz del Mérito Militar pensionada vitalicia.

1 comentario:

  1. Tiempos que no volverán. Yo me siento muy orgulloso de haber constituido pareja de servicio muchísimas veces: de vigilancia de población nocturna, vigilancia de montes, de carreteras y caminos, de ríos, y en muchas otras ocasiones; y de verdad, se echa de menos aquella forma de servicio, asociada quizá a tiempos mas antiguos. Ahora, después de muchos años retirado siento nostalgia de todo aquello, de la forma física, de la tranquilidad que despertaba nuestra presencia, de la cercanía que disfruta vamos con los ciudadanos, en fin, eran otros tiempos: ni mejores ni peores, eran otros tiempos...

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